La gama de servicios que pueden ser externalizados es amplia y depende de las necesidades específicas de cada empresa. Algunos de los servicios más comunes incluyen:
- Asesoría legal cotidiana: Atención de consultas legales, elaboración de contratos, revisión de documentos, etc.
- Gestión de litigios: Representación legal en juicios y arbitrajes.
- Cumplimiento normativo: Asegurar que la empresa cumpla con todas las leyes y regulaciones aplicables, como las normas laborales, tributarias y ambientales.
- Protección de datos: Implementar medidas de seguridad para proteger la información personal de los clientes y empleados.
- Propiedad intelectual: Registro de marcas, patentes y derechos de autor.
- Corporate governance: Asesoría en temas de gobierno corporativo, como la elaboración de estatutos sociales y la realización de asambleas.
- Fusiones y adquisiciones: Asesoría legal en procesos de compra y venta de empresas.
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